Síndrome de Asperger

 

 

Daryl Hannah, Greta Thunberg, Keanu Reeves, Andy, Warhol, Susan Boyle, Steven Spielberg, Messi, Michael Phelps… ¿ Sabrías decir qué tienen en común ?  Aparentemente no es sencillo. Todos fueron diagnosticados en algún momento de su infancia con el Síndrome de Asperger. Este diasgnostico no impidió que sean personas de éxito en sus diferentes ámbitos y profesiones. 

 

Hoy día 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Hoy con motivo del Día Internacional de Asperger queremos profundizar en las características de este trastorno para ayudar a visibilizarlo.  

¿ Por qué un día 18 de Febrero ? Tal día como hoy nació Hans Asperger, psiquiatra austríaco que describió por primera vez este síndrome. Este día se conmemora con el objetivo de dar visibilidad al colectivo  y promover la acción política y social para la reivindicación y promoción del ejercicio efectivo de los derechos de sus derechos.

 

El Síndrome de Asperger es un Trastorno del Espectro Autista

 

En la CIE-10 en su edición de 1992 encuadraba el Síndrome de Asperger dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). En la edición actualizada del DSM-5 de 2016 no aparece como tal por considerarlo incluido en los Trastornos del Espectro Autista (TEA). La persona con dicho diagnóstico muestra dificultades, de gravedad variable, en la interacción social y en la comunicación.

 

 

El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que provoca que el cerebro funciona de manera diferente, especialmente en la comunicación e interacción social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. 

 

Tiene dificultades en la comunicación social. Sin embargo, tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media.

 

El Síndrome de Asperger define, dentro de los trastornos del espectro autístico (TEA)  un cuadro de alteraciones neurobiológicas en las que existen desviaciones o déficit en los siguientes aspectos del desarrollo:


– Conexiones y habilidades sociales.
– Uso del lenguaje con fines comunicativos.
– Características de comportamiento relacionados con rasgos repetitivos o perseverantes.
– Una limitada gama de intereses.
– En la mayoría de los casos torpeza motora.

 

 

Los niños/as con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional. Cada niño/a es diferente, pero algunas de estas características más específicas pueden ser:

 

–   Socialmente torpes en sur relaciones con otros niños y/o adultos. Les cuesta comprender las reglas sociales “no escritas”: esperar turno, saludar, dar las gracias, guardar las distancias al conversar… Quieren relacionarse pero no saben cómo hacerlo. A veces, se encuentran solos. Tienen cierta incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.

 

–  A menudo, parece no tener conciencia de los sentimientos e intenciones de otros. Parecen tener dificultades en su nivel de empatía, de teorizar sobre la mente de otras personas, parece que no tiene en cuenta las emociones de los demás. En realidad, le resulta complejo  interpretar los sentimientos de otras personas


–  Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación. Les cuesta sacar conversaciones de temas triviales. 

 

–  Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones. Son fieles a las rutinas que, en ocasiones, siguen de manera rígida y repetitiva.


–   Literal en lenguaje y comprensión: no captan las bromas, los chistes, las metáforas o los sarcasmos…

 

No entienden las señales no verbales: gestos, expresiones, etc.


–  Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores.


–  Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos. Tienen intereses muy concretos sobre los que acumulan mucha información y dedican mucho tiempo, y convierten en tema principal de sus conversaciones.

 

Suelen ser físicamente torpes en deportes.

 

 

También pueden a menudo presentar:

 

–  Memoria inusual para detalles  (hechos, figuras, fechas, épocas, datos de mapas…)


Problemas de sueño o de alimentación.


 Problemas para comprender cosas que han oído o leído.


Patrones de lenguaje poco usuales (observaciones objetivas y/o relevantes).


–  Hablar en forma extraña o pomposa, alteraciones de la prosodia, volumen, tono, entonación.


Tendencia a balancearse, movimientos repetitivos o caminar mientras se concentran.

 

 

 

¿ Cómo puedes ayudar a una persona con Síndrome de Asperger ?

 

  • Empatiza con su experiencia, aunque sea distinta a lo “convencional”

 

  • Interésate por conocer sus gustos e intereses, sus puntos fuertes y débiles y las cosas que son importantes para esa persona.

 

  • Utiliza un lenguaje directo y concreto, sin ambigüedades o dobles sentidos

 

  • Comprende que sus comportamientos no son caprichosos o intencionados. Reflejan una manera distinta de comprender y desenvolverse en el mundo

 

  • Entiende la importancia de sus rutinas y “rigideces”. Son elementos que le proporcionan seguridad. Puedes ayudar a flexibilizarlas sin imponer tu manera de ver las cosas.

 

  • Pregúntale cuál es la mejor manera de apoyarle. Él o ella te sabrá explicar cómo prefiere que le ayudes.

 

 

 

El síndrome de Asperger sigue siendo un gran desconocido.  

 

Es interesante “educar” a los más pequeños y a nosotros mismos sobre las características de este tipo de diversidad funcional. Este vídeo muestra muy bien algunas de las características de las personas con Síndrome de Asperger, y es ideal para enseñar a l@s niñ@s

 

 

 

 

 

 

 

 

Tony Attwood, psicólogo y aclamado experto en Asperger, ha escrito libros que pueden ayudar a los padres y maestros a comprender mejor la naturaleza de esta compleja condición neuroatípica. También ofrece consejos comprobados para ayudar a niños y adolescentes con Asperger a reforzar sus habilidades sociales:

 

1. Enseñen al niño algunas habilidades prácticas para integrarse en entornos sociales. Puede ser útil practicar tácticas de conversación introductorias.

 

2. Animen al niño a observar lo que otros niños están haciendo.

Muchos adultos exitosos con síndrome de Asperger reportan haber aprendido habilidades sociales viendo y emulando lo que otros hacían en ciertas situaciones.

 

3. Usen el método de «Historias Sociales».

La técnica de Historias Sociales es un método para crear historias cortas para situaciones cotidianas, que ayuda a explicar las señales sociales y las respuestas apropiadas para situaciones específicas. Una historia social podría ser construida, por ejemplo, para entrar en el aula por la mañana y decir hola a los otros estudiantes y maestros, colocar los útiles en su escritorio, y colgar el abrigo. La historia social es una descripción detallada de un evento de rutina que incluye información social básica.

 

4. Enseñen la importancia del contacto visual.

Los niños con Asperger pueden resistirse al contacto visual con los demás. El contacto visual es una habilidad que se puede modelar y practicar en casa.

 

5. Identifiquen momentos que ocurran situaciones naturalmente en las que el niño utilice habilidades sociales apropiadas, para reforzarlas. 

 

6. Hablen sobre sus sentimientos y pensamientos personales en una situación específica; lo que le hizo sentir y lo que pensó o sintió durante su día.

Los niños con Asperger pueden ser muy literales, llevando a que se confundan por expresiones comunes. A menudo descubren que aprender el significado (para ellos) de frases confusas como «hasta vaciar el plato» o «siento que voy a explotar» es interesante.

 

8. Enseñen una «frase de seguridad».

Háganlo para que los niños la usen cuando se sientan confundidos o inseguros. Ayudar a reducir la ansiedad que los niños pueden experimentar cuando no saben lo que está sucediendo. Puede ser: “No estoy seguro”, “ No comprendo muy bien”  

 

Por aquí os dejamos también para descargar  un libro guía de Branda Boyd, con consejos y trucos

 

Síndrome de Asperger.- 200 consejos y estrategias

 

El síndrome de Asperger sigue siendo un gran desconocido.   Debido a este desconocimiento los niños con síndrome de Asperger todavía hoy continúan teniendo dificultades en su etapa escolar. El sistema educativo no se adapta a sus dificultades específicas y sigue siendo muy rígido. Sigue sin haber  suficientes recursos de apoyos individualizados. Todo esto no hace sino aumentar o perpetuar el aislamiento, el estrés y la vulnerabilidad de ser víctimas de acoso escolar. Es tarea de todos luchar para dar visibilidad a estas personas para que ocupen su espacio en esta sociedad. 

 

 

 

#HazEspacio para que las personas con Asperger puedan aprender y puedan trabajar